De la ortiga se usa el tallo y la raíz en estado seco. Sin embargo, el efecto de la raíz es más seguro.
La ortiga florece abundantemente en primavera en los lugares húmedos y cerca de zonas habitadas. En la antigüedad era empleada principalmente la ortiga para aliviar y hasta curar una parálisis.
La ortiga fresca se puede comer como cualquier verdura (tiene un sabor parecido a la espinaca), basta hervirla en agua durante diez minutos y se sirve con sal y aceite.